Si hay una prenda que siempre se debe tener como fondo de armario es la camisa blanca. Tan pronto puedes llevarla con unos vaqueros de manera casual, como puede sacarte de un aprieto en el caso de que necesites ir con un look más formal a algún acto en concreto o a la oficina.
Sin embargo, es una prenda que puede caer en la “maldición” que acecha a muchos básicos, y es que su simplicidad puede hacer que sea vista como una prenda aburrida o que termines llevándola siempre del mismo modo. Por ello, hemos querido hacer un pequeño repaso por el gran abanico de opciones que hay para lucir esta prenda que no pasa de moda.
Camisa blanca con vaqueros
La combinación de camisa blanca con jeans es sin duda uno de los outfits más utilizados para combinar esta prenda universal, es una apuesta que nunca falla y que siempre tiene que tener un lugar en el guardarropa. Además, hay que tener en cuenta su versatilidad, ya que cambia mucho en función de los vaqueros a los que acompañe, no genera el mismo efecto con unos pitillo que con unos pantalones anchos que tanto se van a llevar este otoño.
Una combinación que encaja perfectamente con cualquier tipo de calzado, desde unas zapatillas deportivas hasta unos botines y puede utilizarse tanto para looks de día como de noche. Además, en función de la prenda exterior que le añadas puedes conseguir efectos muy diferentes, no es lo mismo llevarla con una americana que con un cárdigan de lana.
Con pantalón negro
Otro clásico que es bastante utilizado, llevar la camisa blanca con unos pantalones negros y, en función de la prenda exterior con la que lo acompañes o los zapatos, podrás darle un aire más o menos formal. Aún así, se trata de un atuendo elegante y con el que siempre lucirás impoluta. Combinarlo con unos zapatos blancos, por ejemplo, le dará un plus de contraste al estilismo.
Con un suéter sin mangas o con un chaleco
No es necesario que la camisa blanca centre toda la atención, cubrirla con un chaleco o con un suéter sin mangas en un color llamativo que acapare toda la atención, será también una apuesta de lo más acertada.
Camisa blanca con falda midi
La camisa blanca no hay porque llevarla solo con pantalones, otro conjunto que suele ser muy utilizado y que desprende elegancia es combinar una camisa blanca con una falda midi, de hecho, este look se convirtió en un cliché de la mujer ejecutiva de los años 80 y 90.
Normalmente la falda suele ir en colores oscuros como pueden ser el negro o el azul marino y se pueden utilizar los zapatos para rompre un poco con la sobriedad y darle color.
Como sobrecamisa
Normalmente se utiliza como prenda única en la parte superior, sin embargo, también puede compartir protagonismo con otras prendas como tops o camisetas blancas y hacer la función de sobrecamisa. Un sencillo gesto que puede cambiar por completo la concepción del look.
Una buena manera de completar este outfit puede ser con pantalones de algodón, tipo chino, que aporten comodidad y den a tu look un aire relajado.
Con abrigos o chaquetas
Con la llegada del frío combinar la camisa blanca con abrigos o chaquetas es una manera de hacer de un look sencillo algo perfecto, y es que, en ocasiones nos olvidamos de que las prendas que van bajo la ropa de abrigo también son importantes.
Una camisa blanca, por poco que se vea, le da un toque de sobriedad y elegancia a cualquier look y cede todo el protagonismo al resto de prendas para que puedas apostar por algún color llamativo o estampado.